Para todos aquellos que estén interesados en la Lelit Anita, aqui os traemos una reseña completa con las características principales, pros y contras, guías de uso y mucho más.
Hay cafeteras que parecen sacadas del futuro… y luego está la Lelit Anita, una combinación entre lo tradicional y lo moderno. No es precisamente pequeñita, ni la más económica, pero ¡ojo! que esta cafetera tiene cosas que me han dejado loquísimo.
La he probado durante varios días y te voy a contar lo bueno, lo no tan bueno y lo que sinceramente me ha flipado. Si estás pensando en dar un salto de calidad en casa, pero sin perder el control sobre tu café, sigue leyendo porque esta cafetera no es para todo el mundo… y eso es precisamente lo que la hace especial.
Como hacemos con todos los modelos, vamos a asignar una puntuación en cuatro de los campos que consideramos más importantes de cada cafetera.
Fácil de usar
Calidad del café
Relación calidad-precio
Diseño
Características principales de la Lelit Anita
15 bares de presión (aunque con 9 ya irías sobrado)
La Lelit Anita viene con una bomba de 15 bares, lo cual suena espectacular. Pero para que lo sepas, un espresso bien hecho solo necesita 9 bares. Lo que pasa es que tener 15 da margen, por si acaso el molido o la cantidad de café no son perfectos.
Tamaño de 31,5 x 25,5 x 36,8 centímetros
Te lo digo tal cual: no es una cafetera compacta. Es grandecita y algo aparatosa. Pero si tienes espacio en la encimera y te va ese estilo industrial-barista, te va a encantar cómo luce.
Potencia de 1000 W
No es la más rápida calentando, pero cumple su función. Lo importante aquí no es la velocidad, sino el control y el resultado final, y en eso la Anita se defiende con garra.
Acero inoxidable por todos lados
Y esto no es postureo. No es “acero pintado”, ni “toquecitos metálicos”. Es acero inoxidable de verdad, del que pesa y del que hay que limpiar bien si no quieres que se vea sucio.
Marca italiana
Lelit es una marca que lleva años sacando cafeteras para los que de verdad saben lo que quieren. No es mainstream, pero si rascas un poco en el mundillo cafetero, te das cuenta de que tiene muchos fans fieles.
Ventajas y aspectos mejorables
Pros
Molinillo integrado de 38 mm: Esto me parece clave. Con la Anita no necesitas comprarte un molinillo aparte, ya que lleva uno integrado directamente en la máquina. No es profesional, pero para casa va genial.
Tamper incorporado: Justo debajo del molinillo, tienes el tamper. Es metálico, del tamaño exacto del portafiltro, y te permite compactar el café a mano, como en los bares. ¡Aquí no hay botones mágicos que lo hagan por ti!
Depósito de 2,7 litros: Yo bebo muchísimo café y odio tener que rellenar el depósito cada dos por tres. Esta aguanta días enteros sin recargar agua. Un gustazo.
Indicador de agua lateral: Puedes ver cuánto agua queda de un solo vistazo. Parece una tontería, pero lo he agradecido cada mañana antes de tener los ojos bien abiertos.
Manómetro central: Una joyita para los cafeteros frikis. Puedes ver en todo momento la presión con la que se está extrayendo el café. Ideal para saber si algo va mal con la molienda o la cantidad.
Robusta: La Anita no es de plástico barato. Está hecha de acero inoxidable hasta en los detalles. Solo la base de la bandeja de goteo es de plástico, el resto… puro metal.
Contras
Solo 7 posiciones de molienda: A ver, esto me ha dejado un pelín frío. Son suficientes para ir probando, pero si eres ultra perfeccionista, te van a faltar esos puntos intermedios.
Pesa 7,2 kilogramos: No es portátil, ni vas a estar cambiándola de sitio cada semana. Una vez la pongas, ahí se queda. Pero bueno, eso también da sensación de cafetera seria.
Limpieza constante: El acero es bonito, sí, pero también se ensucia con solo mirarlo. Después de cada uso hay que pasarle un paño húmedo si quieres que siga brillando. Te lo digo por experiencia.
Funciones más destacadas de la cafetera Lelit Anita
Compatible con café molido y monodosis
El mismo portafiltro sirve para ambos. No tienes que poner adaptadores raros ni piezas adicionales. Solo metes la cápsula ESE o el café molido, y listo.
Rueda de ajuste de molienda
A la derecha de la máquina tienes una ruedecita que regula la molienda. A la izquierda, más gruesa; a la derecha, más fina. Fácil, rápido y sin menús raros.
Con lo molinillo integrado, pero con control manual
No es de esas máquinas que lo hacen todo por ti. Aquí el café lo preparas tú, compactas el café tú, y le das al botón tú. Y eso, para muchos, es precisamente lo que buscan.
Vaporizador orientable
Funciona bien, pero echo de menos que tenga una boquilla en punta. Me resulta más cómodo para espumar leche. Aun así, hace su trabajo y puedes preparar capuccinos decentes.
Panel de control sencillo
Sin menús digitales. Todo se entiende con dibujitos. Un botón para el café, otro para el vapor, y punto. Perfecto si no quieres complicarte.
Bandeja y depósito extraíbles
Una bendición a la hora de limpiar. Puedes sacar el depósito y la bandeja sin tener que mover la cafetera entera. Y eso, con 7 kilos de peso, se agradece.
Enciende la cafetera. Espera a que la luz piloto se apague.
Coloca el filtro de una o dos tazas en el portafiltro.
Muele el café directamente con el botón del molinillo.
Compacta el café con el tamper.
Introduce el portafiltro, coloca la taza y presiona el botón del café.
Una vez tengas la cantidad deseada, vuelve a pulsar el botón.
Retira el portafiltro y limpia los restos. ¡Listo!
Con monodosis
Asegúrate de que hay agua suficiente.
Enciende la máquina y espera a que esté lista.
Coloca el filtro especial para cápsulas.
Introduce la monodosis.
Inserta el portafiltro, coloca la taza y pulsa el botón del café.
Cuando tengas tu café, vuelve a pulsar el botón.
Retira la cápsula usada. ¡Y a disfrutar!
Nuestra opinión sobre esta cafetera
En Mundo Cafetero queremos ayudarte. Por eso, te recomendamos que no solo te quedes con nuestra opinión. Y más, siendo tan cara como es. Leer reseñas, ver video tutoriales y informarse de sus características te ayudarán a saber si es realmente lo que necesitas.
Nuestra nota final sobre la cafetera Lelita Anita
Te lo digo sin rodeos: no es para todo el mundo. Si buscas una cafetera que lo haga todo sola, sin tocar nada… huye de la Anita. Pero si eres de los que disfrutan el ritual del café, de los que quieren experimentar, ajustar la molienda, presionar con el tamper y sentir que están en una cafetería italiana, entonces esta cafetera te va a enamorar. Me encanta que tenga un diseño robusto, que permita tanto café molido como cápsulas, y que puedas sentir que tú haces el café. Pero también reconozco que es aparatosa, que se ensucia con facilidad y que no es precisamente ligera. En resumen: si te gusta el café de verdad, si no te importa invertir unos minutos en prepararlo como Dios manda y si tienes un hueco generoso en tu cocina, la Lelit Anita puede ser tu nueva mejor amiga.